lunes, 14 de diciembre de 2009

La dignidad del MIEDO


El miedo es una valiosísima señal que indica una
desproporción entre la amenaza a la que nos
enfrentamos y los recursos con que contamos para resolverla.
Sin embargo, nuestra confusión e ignorancia lo han convertido
en una emoción negativa que debe de ser eliminada.

El miedo es la sensación de angustia que se produce ante la percepción de una amenaza. Pero es importante conocer que no existe algo que sea en Sí mismo una amenaza. Siempre lo es para un persona determinada y depende de los recursos que se tengan para enfrentarla. Los seres humanos reaccionamos ante una emoción y esto genera una segunda emoción. Para el Miedo siempre tenemos una segunda reacción, la secuencia es: a) registro de una amenaza, b) reacción al miedo, y c) respuesta interior a esa reacción al miedo. Esta última es de gran importancia ya que puede servir para atenuar o agravar el miedo original

El Miedo es una emoción universal y que es tratado con un alto grado de desconocimiento e ineficacia, y la creencia popular lo ha descalificado y convertido en indigno, el nucleo de la creeencia es que el problema es el miedo y creer que esto es pura perturbación  y que hay que tratar por todos los medios de no sentirlo;  inclusive se compara al miedo con cobardía.
El miedo solo es una señal que indica que existe una desproporción entre la magnitud de la amenaza a la que nos enfrentamos y los recursos que tenemos para resolverla. El miedo solo nos indica que existe un problema, por lo tanto el error que comentemos es convertirlo en el problema mismo, lo que en realidad es una señal que indica la existencia de un problema y que  hay posibildad de solucionarlo.

Todos los seres humanos disponemos de diferentes instrumentos para enfrentarnos a amenazas y estamos sometidos a la misma ley psicológica: Si al amenaza supera a los recursos, surgirá el miedo.

No basta con tener los recursos, sino que además en necesario saber que uno los tiene.

El Miedo no es tonto. Está detectando una desproporción entre la magnitud de la amenaza y los recursos que poseemos. El aspecto miedoso se calma cuando es escuchado con respeto, y cuando siente que lo que dice es genuinamente tenido en cuenta. No es cierto que el aspecto miedoso sea asi por naturaleza. Puede estar funcionando así desde hace mucho tiempo y creer que no hay otras posibilidades, lo cual es muy posible y tambien muy frecuente. Es entonces cuando parece que  se ha instalado en esa modalidad temerosa como su forma habitual de ser, como su identidad misma. Pero todo eso es superficial. Cuando se va mas profundo en él, se comprueba inéquivocamente que el aspecto miedoso no quiere vivir con miedo. Lo que mas quiere es que se le ayude a desarrolar sus capacidades potenciales, y cuanto mas lo logra y mas puede, mas expande los desafios que desea.
Sí escuchamos lo que dice, tomamos en cuenta en que estado se encuentra y de que modo podemos ayudarlo a equilibrar la relación recurso-amenaza, tranformamos un lastre desauciado en un colaborador activo y vital. Nos integramos , nos unificamos.

Tenemos dos nociones del miedo:
El miedo disfuncional: : es aquel que angustia que inhibe, desorganiza y bloquea la posibilidad de experiencia y aprendizaje.
El miedo funcional:  es aquel cuya angustia es utilizado como señal de una desproporción entre el peligro a que nos enfrentamos y los recursos de que disponemos, y que ademas ponen en marcha las tareas de reequilibrar tal desproporción.
Curar el miedo es transformar el miedo disfuncional  en miedo funcional. La funcionalidad del miedo depende de como se lleve a cabo la fase de reaccion interior hacia el miedo que experimentamos. Si las respuestas son inadecuadas entramos al ciculo vicioso que agravará el miedo.

-----Norbertto Levy - La sabiduria de las emociones----
 

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