martes, 30 de junio de 2009

¿POR QUE CAMINAR SI PUEDES VOLAR?


(Tomado del libro de Isha)
Todos los seres humanos hemos sido puestos en este mundo para volar, para aprovechar de nuestro increible poder. Pero en lugar de vivir, nos posamos comodamente en nuestras ramas, y nos aferramos a las cosas que nos han funcionado y nos resultan familiares, situados en una zona de confort, y nos perdemos el mundo de las infinitas posibilidades y del disfrute que esta ante nuestros ojos, pero preferimos permanecer ciegos y nos descubrirnos a nostros mismos. Y nuestra vida se convierte en mediocre en lugar de disfrutarla plenamente .

El objetivo es cortar la rama de la cual nos estamos aferrando y descubrir la gloria del vuelo.


Los Halcones.

Había una vez un rey que recibio como regalo dos magníficos halcones provenientes de Arabia. Eran halcones peregrinos, las aves mas hermosa que se hayn visto jamás. EL rey entregó las preciosas aves al maestro de cetreria para que los entrenara.
Pasaron los meses y un día el maestro de cetrería le informó al rey que uno de los halcones estaba volando majestuosamente, planeando alto en los cielos, pero el otro halcón no se había movido de su rama desde el día que llegó.

El rey convocó al curandero y hechiceros de toda la tierra para atender al halcón, pero ninguno pudo hacer que el ave volara. Luego le presentó la tarea a los miembros de su corte, sin embargo, al día siguiente, vio a través de la ventana del palacio que el ave aún no se movía de su percha. Habiendose intentado todo el rey pensó : "Tal vez necesito a alguien que esté mas familiarizado con la vida del campo para que entienda la naturaleza de este problema". Entonces gritó a su corte:
-¡Vayan a buscar a un granjero¡

En la mañana el rey  se emocionó al ver al halcón volando muy alto sobre los jardines del palacio, y le dijo a la corte:
- Traiganme al que hizo el milagro.
La corte rápidamente localizó al granjero, quien vino ante el rey.
Este preguntó
-¿Cómo hiciste par que el halcón volara?
Con reverencia, el granjero le dijo al rey:

- Fue fácil, su majestad. Simplemente corté la rama.
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